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Quizás el post de hoy te parezca una tontería porque siempre habéis tenido clara la fecha de vuestra boda. Sois supersticiosos, queréis que sea un día concreto o en la finca que siempre habíais soñado solo tienen un hueco. Perfecto. Entonces no diremos nada. Pero si ese no fuera el caso, quizás te interese tener en cuenta las siguientes opciones:
1. Época del año: El año tiene doce meses. Sí. No se limita a junio, julio y septiembre. Tened muy en cuenta cómo habéis imaginado vuestra boda y también dónde. Son dos factores que pueden hacer decantar la balanza.
2. Presupuesto: Relacionado directamente con el primer punto. Si os casáis fuera de temporada, es más que probable que el presupuesto se reduzca. Esto es, casarse en diciembre o, por ejemplo, un viernes. Además, Pinterest está demostrado que, fuera de los meses de verano, las bodas tienen también mucho que ofrecer.
3. Destination: Si vuestra idea es apostar por una de estas bodas, tened en cuenta el tiempo que hará en el lugar de destino y, si es exótico, que no debáis enfrentaros a un huracán o lluvia torrencial.
4. Margen para los preparativos: Que no os pille el toro. Podéis hacerlo con todo el tiempo de margen que necesitéis. Más vale pasarse que no quedarse corto, que luego es cuando llegan los nervios y las cosas es más fácil que puedan torcerse. También sabréis cuando, en vuestros respectivos trabajos, tenéis el pico más alto de curro.
5. Festivos: Quizás os parezca un planazo hacer coincidir vuestra boda con un festivo. Pero tened un poco en cuenta los planes de familiares y amigos. Aquí en España ya sabéis que a la gente nos gusta salir escopeteada en cuanto logramos juntar un par o tres de días, así que tened en cuenta ese punto a la hora de fijar la fecha.
Sobra decir que otros factores como la salud de vuestros familiares o la disponibilidad de algún proveedor en concreto con el que siempre habíais soñado serán también factores determinantes a la hora de fijar la fecha correcta.
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