Por mucho tiempo que pase y muy avanzados que estén los tiempos, creemos que ésta siempre será una pregunta recurrente para muchas parejas, que no quieren ser «invasivas» con sus invitados a la hora de dar su número de cuenta para que éstos ingresen su regalo de bodas. Antiguamente era más fácil porque se creaba una lista de bodas y cada invitado decidía el regalo que iba a realizar, una manera menos directa de recibir dinero por parte de los invitados. Pero hoy día las cosas han cambiado y, seamos realistas, a todos nos viene muy bien un poco de dinero extra con el que pagar nuestra boda o financiarnos la luna de miel. Es curioso que estemos acostumbrados a ello en un cumpleaños (es normal hacer regalos y nadie se extraña por ello cuando te invitan a una cena o copa y, como contra-prestación, llevas un regalo al homenajeado), y que nos siga sorprendiendo en una boda. ¿Acaso no es una manera de agradecer que te hayan invitado a dicho evento? ¿Un detalle para los novios que se han currado una fiesta y que quieren contar contigo ese día? ¿Cuál es el problema entonces? ¿Que los regalos de boda son caros?
Es importante, por tanto, y como siempre os decimos, que la invitación a una boda siempre se realice a los más allegados. Eso te permite tener una relación de mayor confianza, porque les conoces y sabes cómo actuar ante ellos. Además, muchos de ellos es probable que ya hayan pasado por este trámite anteriormente (bien porque ya se han casado y saben lo que cuesta una boda, bien porque ya han estado en otras bodas y conocen el «código»), así que tranquila, la gente ya sabe lo que tiene que hacer en estos casos. Otra cosa sería que decidieras no recibir regalos, o bien que les pidas un regalo en concreto (como, por ejemplo, que te ayuden a financiar la luna de miel a través de una página como ésta, Honeyfund) para evitar dar tu número de cuenta. Eso es la opción personal de cada uno, y todas ellas muy respetables.
Pero en serio, no te apures. El que de verdad quiera estar compartir contigo ese día, lo entenderá, y además, lo bueno de que no haya cifras fijas es que cada uno pueda realizar la aportación que más le convenga, en función de la relación o la situación económica de cada uno. Y seguramente, la vía más cómoda para hacer el regalo y despreocuparse, será el contar con tu número de cuenta. Olvidémonos ya de esos arcaicos sobres que se recibían antaño en las bodas. ¿NO sería peor algo así?
En nuestra opinión, la mejor manera de hacerlo es incluir el número de cuenta bien en la invitación bien en una tarjeta aparte. Puedes incluirlo sin más o acompañarlo de alguna frase graciosa para hacerlo menos directo y forzado, del tipo «Si quieres que nos podamos ir de luna de miel y volver, por favor ayúdanos con un pequeño regalo al…»; o «Para hacer que este día sea el más maravilloso posible para nosotros y para ti…«. Frases bonitas que permitan hacer entender que la voluntad también es ofrecerles lo mejor y contribuir entre todos a que ese día sea maravilloso. Al fin y al cabo, otro día serás tú la invitada, y la que podrás hacer un regalo a los novios. Ponte entonces en la piel de esa invitada y piensa cómo te sería más cómodo hacer todo ese trámite…
