Según he escrito el título de la entrada de hoy lo he visto claro. ¡Esta idea te ha venido a la mente porque se acerca Semana Santa!… Pues os prometo que no, es casualidad pura y dura. Pero oye, si viene al caso tampoco está mal, ¿no? Y es que hoy me propongo redactar un decálogo que, nunca mejor dicho, vaya a misa, que lo aprendas y te lo grabes a fuego en la mente para que no se te olvide ni cuando decides que te vas a casar, ni mientras preparas ni el día en cuestión. Tenlo siempre presente porque seguro que te ayudará a tener las ideas claras y a no dejar ningún cabo suelto. Así que apunta en tu libreta de bodas y repítelo como un mantra todos los días…
1. Amarás a tu pareja por encima de todas las cosas. A veces, la preparación de una boda puede ser fuente de conflicto. Aprovecha estos meses de preparativos para disfrutar de él, para compartir cosas, para reíros, para sacar ideas juntos, que sea divertido y no un tostón preparar vuestro día B.
2. No tomarás el nombre de un blog o idea en vano. Sabemos que la información es poder y que hoy día es imposible no dejarse llevar por las mil y una ideas que puedes encontrar en los blogs, las revistas, las redes sociales, etc. Pero acepta desde ya que no todo tiene cabida. Si quieres una boda con una decoración ordenada y con detalles que tengan sentido, asume que vas a tener que dejar algunas ideas por el camino.
3. Santificarás la planificación. Ten un calendario siempre a mano (si te suscribes a nuestro blog te regalamos uno, así que no desaproveches la oportunidad). Así sabrás qué toca a cada momento. Apunta lo importante y ten siempre una organización. Te ayudará a no dejar cosas para último momento, algo que no es muy aconsejable si no quieres que los nervios se apoderen de ti en las últimas semanas. También es importante tener claro tu presupuesto y saber a qué destinarlo.
4. Honrarás a todos los invitados. La lista de invitados es lo primero que solemos hacer los que decidimos casarnos (yo la hice incluso antes de saber que me casaba #yoconfieso). Te aconsejamos desde ya que no invites más que a la gente que tú creas que son los importantes, sin los que un evento de estas características no tendría sentido. Los demás, ya verán las fotos dentro de unos meses, ¿no?
5. No cometerás actos «impuros». O, dicho de otro modo, no harás nada que no te apetezca hacer. Nos da igual si le hace mucha ilusión a tu abuela, si no va contigo, olvídalo. Ese día es solo vuestro, así que hacerlo a vuestra manera.
6. No matarás (… porque no te hará falta). Tus proveedores son como los actores de una película, de la que tú eres el director. Haz un buen casting para que tu «película» sea un taquillazo, y no una de esas TV movies que sólo ponemos cuando lo que de verdad nos apetece es echarnos una siesta… Es muy importante que te sientas cómoda con ellos, que trabajéis bien en equipo, que haya confianza, y así luego no vas a desear que rueden cabezas. Y si puedes contar con un Wedding Planner, mejor que mejor. Te ayudará a que todo sea más sencillo…
7. No desearás la boda del prójimo. Sé un poco creativo. Que copiar es muy sencillo, pero ni es original ni es personal. Cada pareja es un mundo, y compararse no tiene sentido. No te sientes a ojear una revista y empieces a pensar que tu boda tiene que ser como una de las que aparece en ella. Seguro que puedes encontrar cositas que la hagan diferente y especial, que al fin y al cabo es tu boda y la de nadie más.
8. Al sexto día, descansarás. Bueno, en realidad intenta descansar la última semana al completo. Intenta que esté todo hecho, que no haya recados de última hora porque eso solo genera estrés. Para ello, déjate ayudar de padres, hermanos y amigos, repartir el trabajo para que una semana antes te puedas liberar de ataduras.
9. No mentirás (… a menos que sea necesario). Desde aquí te invitamos a que sean mentirijillas piadosas solo si se ponen muy pesados y quieren saber más detalles de la cuenta. Cuéntales que no lo tienes todo aún o que tu boda será de X manera, así luego con las sorpresas seguro que tu boda gana muchos enteros.
10. Disfrutarás. El más importante. Sin él tu boda no tendría sentido. Y sin los anteriores, éste no sería posible, así que haz buen uso de este decálogo para que ese día las preocupaciones se queden encerradas y te lo pases mejor que ningún otro día. Porque te vas a casar una vez en la vida…
