Es muy fácil perder la calma cuando te enfrentas a un evento como una boda. Son muchos meses de preparativos, muchos hilos que deben quedar atados antes del gran día y muchos proveedores en danza que deben coordinarse para que ese día nada falle. Si cuentas con un Wedding Planner no vas a tener mayores problemas, pues ellos se ocuparán de que todo esté bien organizado, pero si ese no fuera el caso, entonces te recomendamos que tengas en cuenta estos sencillos consejos:
1. Lista de proveedores: No estaría de más que en las semanas previas fueras elaborando un listado de todos los proveedores que participarán en tu boda. Nombre, teléfono y función serían los datos esenciales para que puedas contactar con ellos rápidamente en el caso de que haya algún problema, como si alguno no aparece o si en el momento en el que le necesitas no hay manera de encontrarle. Pásale la lista a tu madre o hermanos una vez empiece el evento, pues seguramente sean ellos los que se ocupen de tu teléfono móvil.
2. No des muchos detalles: Un consejo que funciona de muchas maneras es este consejo. En primer lugar, porque siempre es bueno reservar sorpresas para los invitados (luego el efecto que se crea es mayor) pero, al mismo tiempo, porque cuanto menos sepan los invitados menos posibilidades tendrán de darse cuenta en el caso de que algo falle. Si una decoración queda incompleta o no llegan todos los regalos, pues si no lo saben, será más fácil «disimular»…
3. Es normal: Si algo falla no te lo tomes como algo personal. Es muy normal que suceda. Lo importante es restarle importancia y actuar en consecuencia, sin mayor sobresalto. Apóyate en tu pareja o en los más allegados, quienes mejor podrán ayudarte a solventar cualquier incidencia.
4. Reacciona sin preocupación: A grandes males, grandes remedios. En lugar de lamentarte busca una solución rápida o 0 complicada.
5. Que no te agüen la fiesta: Lo mejor es pensar que no pasará nada, pero si pasa, no hay que perder la calma. Sonríe, tómatelo con humor y convierte el problema en una anécdota divertida para contar a la vuelta de la luna de miel. Como bien dice el refranero español, muy sabio él, «al mal tiempo buena cara».
Fotografía: Núria Altarriba y Daniela Ruiz de Villalobos
